Friday, December 23, 2016

Juzgar o no juzgar...

Es muy difícil cuando algunas ideas humanistas se introducen en las creencias de los cristianos hoy en día, como el famoso "no juzgues", con el cual los que están en pecado, los que apoyan a los que lo hacen y los que quieren ser "políticamente correctos", te responden cuando les hacemos ver que algo no esta bien en sus vidas, o en la de terceros para prevenirlos de hacer lo mismo... Por sus frutos los conoceréis dice la escritura y parte importante de ser cristianos es mostrar el fruto del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Ahora bien, nuestro llamado es a predicar el evangelio: "ARREPIÉNTANSE, el Reino de los Cielos se ha acercado", lo que implica que si realmente amamos a las personas TENEMOS que señalarles lo que esta mal en sus vidas, no para sentenciarlos y castigarlos (como hacen los religiosos y legalistas) sino para motivarlos a arrepentirse y entregar su vida a Cristo y en el caso de los cristianos, volver a los caminos de Dios.
Entonces, para lograr esto, no podemos negar lo que hacen mal, ni pretender, en una falsa humildad y por ser "políticamente correctos" lo que es evidente, las personas no se arrepentiran (o rechazarán el mensaje), si no son confrontadas con el pecado, TENEMOS QUE DECIRLES QUE ESTÁN PECANDO, y eso no es "juzgar"... La mayoría de las veces el "no juzgues" es usado como un escudo a lo que sabemos que esta mal y no queremos que nos lo hagan ver... Como lo usan los homosexuales y todos los que andan en pecado, "tu no eres nadie para juzgarme (o juzgarlo)" Confrontar a una persona con su pecado, o reconocer lo que es evidente en la vida de otros para prevenir a terceros caer en el mismo error, no es juzgar, porque primeramente, nosotros también pecamos, por lo que no podemos ponernos en el plan de "Juez".
Como reconocer la diferencia?? Fácil, primero, si realmente amas a Dios y a tu prójimo, lo que te motiva es el amor, por lo que, aunque tienes que confrontar a alguien con su pecado, lo haces en amor, a través de la palabra de Dios, porque es Dios el que determina quien está o no en pecado, nosotros podemos evaluar mal, pero Dios no.
En cambio los que "juzgan" a otros, se "comparan" con esas personas y se sienten superiores a ellas, por lo que también sienten que pueden "sentenciar" y dictar la pena... su propósito no es restaurar, ni sanar heridas, sino "extirpar" lo malo que ellos 'no tienen" pero el otro si, por lo tanto extirpan a la persona también...
El cristiano en amor busca restaurar, el que no tiene el amor de Dios en su corazón, solo demostrar lo malo que son los demás a comparación a él(la)... El cristiano anhela la salvación de la persona a la que confronta con su pecado, el otro solo separarlo para que reciba el castigo que él mismo a dictado...
Confrontar con el pecado, o revelarlo a terceras personas para advertirles, no es juzgar, no permitamos que esta nueva estrategia del enemigo y de los que le sirven, nos impida hacer lo correcto, llamar al arrepentimiento al pecador, y eso solo se logra si les mostramos lo que Dios dice que esta mal en sus vidas.