Estas ultimas semanas hemos estado bajo ataque... nuestro árbol de guayabas empezó de dar frutos poco después de que el de mangos terminara su temporada, por cierto un deliciosa temporada, con unos mangos como miel en tal cantidad que en un día podías recoger hasta 40 frutos del piso... pero eso ya es historia.
Luego el de plátanos (guineos aquí) también nos dio un racimo de casi 45 piezas que se maduraron en menos de una semana (tuve que comer como loco para no perder la mayoría) Ahora es el de guayabas el que esta madurando, pero con este árbol y uno pequeño de Papaya (lechosa) que también esta floreciendo y apareciendo las frutas, tenemos, de un tiempo a esta parte un enemigo plumifero que esta atacando las Guayabas y le a puesto la puntería a los aun pequeños e indefensos frutos de la papaya... una pareja de loros domésticos de propiedad de uno de nuestros vecinos han decidido ir a probar el fruto prohibido... prohibido porque no tienen permiso para comérselo y por esa causa desde hace como una semana (que los descubrí) empece una guerra para sacarlos de mi árbol... eh aquí la historia...
Desde que empezó a florecer la guayaba yo notaba que en las noches cuando nos íbamos a dormir, al momento de dar de comer a las perras, Mayah la hiperactiva labrador cruzada (Chuscbrador, en jerga peruana) siempre se ponía a ladrar mirando hacia arriba al árbol de guayabas... yo solía sacar mi linterna por si había algún peligro, como una serpiente o una rata (Maddy ya ha matado una hace algunas semanas)... una o dos veces logre distinguir un ave durmiendo sobre las ramas... sin embargo nada me preparo para lo que vendría cuando las frutas empezaran a madurar... desde que nos mudamos a esta casa, siempre había escuchado loros gritar desde la casa del vecino, nunca los había visto pero siempre supuse que estarían en alguna jaula o no eran esas trepadoras (por su especie lo son, pero en las domesticas algunas pierden el interés) la cosas empezó a cambiar poco mas de una semana... aquellos gritos agudos empezaron a sentirse mas cerca y Mayah empezó a ladrar hacia el árbol de día... hasta que un día los vi... dos loros mordisqueando las guayabas maduras, pero también las verdes... No habría problema si fueran uno o dos piezas pero los benditos pájaros picotean todos los frutos hasta dejarlos huecos y los verdes con algunas raspadas que las echan a perder... Esto no podía pasar mas!!!! así que con el laaargo palo con gancho que prepare para cosechar las Guayabas (estas frutas son un peligro porque no caen solas hay que jalarlas y algunas pesan casi un kilo y cuando están aun verdes golpean como un puñete) empece a jalonear las ramas donde andaban la plaga plumifera... la primera vez fue fácil... con la confianza de que no podía alcanzarlos por medios normales los dos andaban por ramas al alcance de mi arma... así que enganche las ramas donde estaban y pum!!! al suelo... Las dos perras se lanzaron al ataque con todas las intenciones de olerlas y en el caso de Maddy darles un mordisco... lo malo para Mayah es que nunca hasta ese día había probado el pico de un loro así que Zaz!!! recibió su primer picotazo... Maddy (es cazadora) nunca se acerca de frente, siempre trata de cogerla por atrás, pero los loritos estos son muy ágiles y rápidamente están por cogerle la nariz... después de unos minutos pensé que ya era suficiente el susto de los loros así que con el palo los obligue a subirse y los puse en la reja que separa las casas y les deje libres... pero no, los benditos no aprendieron la lección. A los dos días nuevamente estaban allí, malogrando las frutas así que nuevamente los hice caer y la misma historia, deje a las perras que las persiguieran un poco y otra vez las puse en su casa... pero MANAN CANCHU!!! (creo que así se escribe en quechua) en la tercera uno de los loros había bajado al piso el solito y como las perras estaban amarradas se dirigió al árbol de papayas que recién están cambiando de flores a frutos y buscando picotear las frutas... no puede ser... la atrape con un balde y la lleve a su casa justo cuando uno de los habitantes salia en su carro y le dije que sus loros estaban destruyendo mis frutos... con una cara de "A mi que me importa" me recibió el ave y lo llevo dentro de su casa... le advertí que si volvían a visitarme mis perras comerían ave de almuerzo... y nada, esta mañana nuevamente uno de los loritos bajo a tratar de empujarse mis papayas bebes... así que hoy decidí que debía pagar su atrevimiento y lance a Maddy contra él... el loro se defendió como pudo, lanzando aletazos y picotazos a diestra y siniestra... como Maddy no podía sola (Mayah esta para variar otra vez mal del estomago por comer lo que no debe y no tenia ganas de cazar) le di la mano tratando de llamar la atención del loro para que Maddy que siempre busca la espalda le diera un mordisco lo suficientemente doloroso como para que lo piense bien esta vez (El peligro es que si no la detengo a tiempo el mordisco podía ser el ultimo) como la perra no lograba mas que hacerla aletear, lo que solo le producía heridas en las alas... le puse un trapo encima y lo envolví, se quedo quietecito y lo deje por unos minutos así mientras Maddy lo vigilaba atenta... como hacia calor me preocupe porque el pobre pájaro podía morir de asfixia, pero apenas abrí un poco el trapo trato de cogerme del dedo... Maddy salto de inmediato a retomar la cacería pero el loro nuevamente evito darle la espalda... ya la cosa se ponía aburrida así que con el pie casi lo sujete al piso para que Maddy hiciera lo suyo y justo cuando parecía que lo cogería el loro se escapaba de mi... después de unos dos o tres trapeadas y las subsiguientes perseguidas de Maddy, cogí al loro con el trapo y lo lance al terreno vacío a la espalda de mi casa... esperando que alguna alimaña me haga el favor... o se lo lleve algún vecino afortunado... mientras tanto el otro loro aun grita desde su casa... si viene... yo haré el trabajo de Maddy... jejejejejejejeje!!!!!
De todo esto saque una enseñanza, nosotros los cristianos nos parecemos mucho a estos loritos, tenemos mucha fruta en nuestra casa, nuestro dueño nos da la comida y agua que necesitamos, un lugar seguro donde vivir y le alegramos su corazón, pero nosotros, no nos contentamos con lo que El nos da, siempre queremos lo que no es nuestro, el fruto prohibido y a pesar de la "reja" que esta puesta para que sepamos que no debemos ir al otro lado, siempre estamos empujando los limites, subiendo al árbol de esas cosas que queremos... esas cosas que se ven tentadoras y fáciles de obtener y no reparamos en los peligros para obtenerlo y cruzamos el terreno donde esta nuestro enemigo que a diferencia de mi, si desea pisarnos y destrozarnos... pero aun a pesar de haber recibido el susto de nuestras vidas, o que a veces nos arrancan algunas plumas y nos ganamos unos golpes, volvemos vez tras vez... hasta que un día Zas!!! todo se acaba de un mordisco... Para sus hijos Dios tiene toda la provisión de nuestras necesidades y como nos ama quiere protegernos poniendo una reja espiritual a través de su palabra, pero nosotros nos obsesionamos y cruzamos esa reja... dando permiso al enemigo para hacer con nosotros lo que quiera y lo que él quiere es destruirnos porque nos odia... Seguiremos cruzando la reja???